Ficus habrophylla

Ficus habrophylla G. Bennett et Seemann, 1865

18-Agosto-2012.
Cautividad. Europa, Alemania, Baviera, Múnich, Jardín Botánico de Múnich.
Leg: Isidro Martínez. Det: Botánico de Múnich.


Dominio: Eukaryota.
Reino: Plantae.
Filum: Spermatophyta.
Clase: Magnoliopsida.
Orden: Rosales.
Suborden: Urticineae.
Familia: Moraceae.
Género: Ficus.
Especie: Ficus habrophylla.

Arbolito perennifolio de hasta ocho metros de altura, con la copa redondeada. Su tronco posee una corteza gris o parda, finamente fisurada, y las ramas son gruesas. Hojas alternas (dispuestas en espiral), algo variables, con limbo de obovado a ovado-elíptico, de hasta treinta centímetros de longitud y veintiuno de anchura, a los que se suma un peciolo de hasta nueve centímetros de longitud y seis milímetros de grosor, pubescente. Las hojas poseen un margen entero, o a veces con algunos dientes cercanos a la base. Son coriáceas, de color verde oscuro brillante, glabras, con hasta dieciséis pares de nervios laterales, los cuales están muy marcados, especialmente por el envés, y con el nervio central amarillento. Siconos axilares, dispuestos en pares o más raramente solitarios, con pedúnculos de hasta dos centímetros de longitud aunque pueden carecer de ellos. Los siconos miden hasta cuatro centímetros de diámetro y son de forma globosa o subpiriforme, rojizos o negruzcos al madurar.

Es endémico de la isla de Nueva Caledonia, donde crece en bosques densos y húmedos. Las gentes nativas consumen sus frutos y los emplean para elaborar tartas. Es también una planta completamente imprescindible para el murciélago Pteropus vetulus, el zorro volador de Nueva Caledonia, que consume sus frutos con fruición y es el principal dispersador del árbol.